Todos hemos visto fotos viejas de los años 60, 70 y comienzos de los 80 en un álbum en casa; las fotos están descoloridas, o saturadas en forma despareja o rara, como si las personas fueran estrellas de una película de Wes Anderson sobre su infancia.

Esas fotos, borrosas o expuestas de manera extraña y con un tinte cálido extraordinario, nos hacían aparecer como que estábamos atrapados en una puesta del sol permanente. Por la razón que fuera, las paletas de colores representadas por las impresiones en Kodacolor deterioradas (tipo de beige, como las medias de nylon) se veían como auténticas y retro: eran las borrosas cálidas. Pero gracias a la fotografía sacada con los celulares inteligentes y las aplicaciones como Instagram e Hipstamatic, este aspecto ya no es más un subproducto del papel de fotografía que envejece y tinturas químicas en degradación; es una tendencia visual en fotografía. ¡Nostalgia #FTW!

Estamos presentando imágenes manipuladas para irradiar la atmósfera y el estado de ánimo de una época anterior, usando desde efecto destello de lente y viñetas a rayones y polvo. No son necesariamente retro en contenido, sino en color. Todo se ve a través de lentes de color rosa. Si bien la paleta no es auténtica (el pasado no era abrumadoramente beige en realidad), ya no hace falta años de tinturas para decolorar para lograr el aspecto. Sólo necesitamos aplicar filtros digitales y utilizar trucos como el ajuste de la saturación, el contraste y la exposición en las aplicaciones fotográficas o el software para edición de fotografías. Los tonos se pueden manipular para favorecer esquemas de colores específicos.

Tenemos un aspecto divertido y filtrado – ya sea trucado con aplicaciones, logrado con cámaras de juguete, con película vieja y vencida o con vaselina en la lente – que aumenta nuestro vocabulario visual, especialmente ahora que podemos crearlo con sólo hacer un par de clics.