Todos buscamos la forma de incorporar hábitos más saludables a nuestra vida cotidiana, ya sea moviéndonos más, alimentándonos mejor o buscando un poco de equilibrio.

Pero ahora, más que nunca, nos bombardean con mensajes ambivalentes acerca de la salud y el buen estado físico, y con consejos confusos y contradictorios acerca de la nutrición. Esto sucede en un mundo en que nunca nos ha sido tan fácil comparar nuestros cuerpos y nuestra vida con los de amigos, familiares, personajes famosos e incluso ilustres desconocidos.

Con nuestra inconstante fascinación con los últimos superalimentos (¿Es col rizada, quinoa o bayas de Goji esta semana? ¿O semillas de chía?) y los frecuentes hashtags “thinspiration” o “fitspiration” en las redes sociales (#thinspo y #fitspo), no debiera sorprender que, para febrero, muchos ya no cumplamos las resoluciones de Año Nuevo, especialmente aquellas relativas a temas de salud o el buen estado físico.