Tradicionalmente, las campañas de publicidad y branding se han enfocado en Mamá como la controladora principal de las finanzas familiares y la responsable de las compras. Las que mostraban a Papá, en realidad estaban destinadas a las mujeres, y Papá aparecía como una caricatura, un simple bufón que no tenía la menor idea cuando se trataba de cocinar, cuidar a los niños y hacer las compras, o sea cualquier otra cosa que no fuera deportes o la TV.

En los últimos dos años o menos, eso ha cambiado muchísimo, y ya era hora. Los papás modernos son vitales en la familia y se han tornado mucho más prácticos. Ya sean padres solos, miembros de una familia nuclear tradicional o parte de una pareja igualitaria, los papás han asumido roles cada vez más grandes en la última década. Y la publicidad está comenzando a reflejar eso. Hay mensajes conmovedores y propagandas muy cómicas, pero ya no se trata solamente de que son los proveedores principales de la familia que no sirven para nada en la casa. Se trata de lavar la ropa, las tareas de la casa, ayudar a los niños con sus deberes y ser un modelo positivo. En síntesis, los papás en la publicidad están creciendo.

Siempre supimos que nuestros papás eran los mejores. Ahora que los medios, la cultura pop y la publicidad han comenzado a reflejar genuinamente los seres humanos graciosos, equilibrados que ayudaron en nuestra crianza, podemos levantar las copas y brindar por Papá.