Estamos en la cuenta regresiva para las Olimpíadas y, sin embargo, internet bulle con historias del virus Zika, los desastres ecológicos, el crimen organizado, las prohibiciones tecnológicas y la corrupción política. Pareciera que, no importa lo que pase, Brasil no puede tomarse un respiro. En medio de la peor recesión financiera del país en un siglo, todas las miradas estarán fijadas en esta nación llena de orgullo que en agosto será anfitriona de los juegos olímpicos Río 2016. Pero no podrían ser olimpíadas sin los anuncios proféticos de una catástrofe inminente. Y los juegos normalmente comienzan con algunas dificultades obvias.

Los atletas de élite del mundo competirán en 38 disciplinas distintas, desde ciclismo y salto de trampolín hasta gimnasia y ping pong durante 17 días, en 32 instalaciones deportivas en Río de Janeiro. Los fanáticos de fútbol podrán conocer el Brasil de las afueras de Río, ya que habrá partidos en 5 ciudades co-anfitrionas adicionales. En septiembre, seguirán los juegos paraolímpicos.

Río de Janeiro es famosa por el Cerro Pan de Azúcar y el Cristo Redentor, una estatua en Art Deco de 30 metros en la cima del Cerro del Corcovado. Con sus famosas playas y el carnaval de Río tan celebrado, Río es sin lugar a dudas la ciudad más famosa del Brasil y proporciona un telón de fondo impresionante para los juegos olímpicos de verano. Brasil tiene una biodiversidad con flora y fauna únicas y 7 diferentes biomas, desde la selva tropical y las regiones costeras hasta y las selvas y planicies, y es famoso por su calidez, hospitalidad y sus paisajes espectaculares.

Los turistas que vayan a Brasil tendrán múltiples oportunidades para divertirse. Los favoritos tanto de los brasileros como de los visitantes son los deportes, como el surf, volley de playa y fútbol, como así también la música y la comida. Pero la pregunta que se hace todo el mundo es: ¿Llegará Brasil a la fecha?