Si bien se habla mucho de un futuro sin trabajo, pasarán años, si no décadas, antes de que esto suceda a escala masiva. Pero entre la automatización creciente, el surgimiento de la inteligencia artificial y los debates acerca del Ingreso Básico Universal, el trabajo y nuestra relación con él está en estado de cambio. La única garantía acerca del futuro del empleo es su naturaleza precaria. Nos definimos como trabajadores independientes, consultores o contratados, pero estamos en medio de la revolución.

Los que trabajan hoy (y los que todavía no han comenzado) se están enfrentando a un sendero mucho más largo y tortuoso con varias reinvenciones en el camino. Las carreras compuestas de múltiples tareas no serán infrecuentes. ¿Diseñador / barista/ vendedor de antigüedades? Muchos de nosotros aceptaremos los trabajos que podamos conseguir. La jubilación tradicional puede ser que se jubile con los boomers.

Con noticias casi cotidianas de las últimas maravillas tecnológicas que llegan para la financiación de capital de riesgo, parece que todos y sus abuelas están montando su propia empresa. Sin embargo, en los Estados Unidos la tasa de nuevas empresas se ha reducido en los últimos treinta años. El Washington Post, que se refiere a la tendencia como “preocupante”, recientemente informó: “Aun cuando la cultura estadounidense ha transformado a los emprendedores en estrellas de rock, la economía de los EE.UU. está produciendo cada vez menos”.

Las nuevas empresas son el basamento de una economía saludable, crecimiento sostenido, innovación y creación de puestos de trabajo, a pesar de que casi el 90% fracasan. En lugar de los puestos permanentes full-time que nuestros padres y abuelos tuvieron, la “economía de los trabajadores independientes” será la nueva norma. Ésta es la razón por la que, en los próximos años, necesitaremos más emprendedores y más empresas nuevas. No solamente en tecnología, sino en todas las industrias, incluso en negocios locales especializados. A pesar de la globalización, los movimientos ecológicos y de “coma alimentos locales” están generando un mayor interés en los consumidores para gastar el dinero en tiendas pequeñas híper locales en lugar de comprar en multinacionales gigantescas.