La gente tiene huertas en el jardín delantero y trasero, en terrazas o balcones, o parcelas en huertas comunitarias. La horticultura ya no es un pasatiempo para los “baby boomers” y jubilados. Los mileniales amantes del aire libre constituyen un 25% de los que practican la horticultura, y se espera que esta población crezca cada año. Esta tendencia ha venido para quedarse por mucho tiempo.

No se trata solamente de que el jardín quede lindo. Hay un interés creciente en las plantas nativas, que ayudan a los pájaros, abejas y otros polinizadores. Las plantas autóctonas también necesitan menos mantenimiento, resisten mejor las enfermedades y pestes y son mucho más tolerantes a las condiciones locales de cultivo. Los vegetales tradicionales están volviendo a aparecer y se ven variedades únicas y coloridas en los mercados de productores. Son muy conocidos por su sabor increíble, y las semillas hasta se pueden guardar de un año a otro.

Como parte de la tendencia “beba de su huerta”, las hierbas aromáticas cultivadas junto a la ventana o en huertas detrás de la casa son cada vez más frecuentemente usadas para hacerse cócteles. Como es difícil cultivar flores y vegetales sin agua, la conservación es un tema central para los horticultores: los barriles con agua de lluvia, cultivos en contenedores y coberturas para el piso más tolerantes a la sequía están muy de moda. Incluso los agricultores urbanos son cada vez más numerosos en muchas ciudades, y hay gente que cría pollos y abejas en su jardín trasero.