El mito de las vacaciones de verano asociadas a la agricultura es precisamente eso. Las raíces de nuestras famosas vacaciones de verano son una tradición: no la de los niños ayudando en la chacra familiar sino la de las clases más altas yéndose de las zonas urbanas calurosas en búsqueda de climas más frescos. Los costos crecientes para mantener las escuelas abiertas durante todo el año y durante las largas vacaciones familiares sumados a las temperaturas tan altas y la falta de aire acondicionado bastaron para que se suprimiera el deseo de tener clases durante el verano. 

Así que, todos los años, después de un receso de 2 a 3 meses, los niños y maestros vuelven a las aulas. Es una actividad comercial muy importante y tanto los padres como los comerciantes se preparan durante el receso para la temporada siguiente. Con un gasto estimado de u$s 60 mil millones para el nuevo año lectivo en 2015 solamente en Norteamérica, la fiebre de compras para la vuelta al cole constituye un par de semanas intensas de compraventa minorista. Las compras de computadoras portátiles y táblets, vaqueros, buzos con capucha y otras prendas, cuadernos, lapiceras y lápices, como también bocadillos para llevar a la escuela y muebles para la residencia estudiantil son una parte importante del presupuesto familiar y una importante fuente de ingresos para los minoristas.

Según esta infografía de BazaarVoice, la temporada de vuelta al cole comienza varias semanas antes, incluso antes de que termine el año lectivo anterior, y dura hasta septiembre u octubre. Mientras que las compras de indumentaria alcanzan el nivel más alto hacia fines de julio, la mayoría de las compras se realiza en forma enloquecida justo antes de que los niños empiecen las clases. Esa fecha varía según la región, debido al clima y la estación, desde mediados de agosto hasta comienzos de septiembre en el hemisferio norte, y desde comienzos de enero hasta fines de febrero en el hemisferio sur. Parece que la mayoría de los padres (¡y los niños también!) quiere disfrutar las primeras semanas de las vacaciones de verano sin preocuparse por la vuelta al cole. Los tiempos de las campañas deberían reflejarlo.

El comienzo del año escolar trae una perspectiva de frescura, con maestros y amigos nuevos y también desafíos únicos. Las imágenes de niños reales que se ven relajados y contentos, o curiosos e interesados, en aulas modernas crean una fuerte imagen de marca y ayudan a que en esos días enloquecidos antes de que comiencen las clases se recuerde su producto.