Después de un largo y caluroso verano, ha llegado finalmente el otoño trayendo el crujir de las hojas secas bajo nuestros pies y el olor a leña quemada en las noches frescas. Ahora que no hace tanto calor, salimos de caminata para estar en contacto con la naturaleza y maravillarnos con los colores del otoño o tirarnos en un montón de hojas secas, simplemente porque nos gusta. En el fresco aire otoñal nos esperan los partidos de fútbol, la recolección de manzanas, y el tallado de calabazas.

Naturalmente, en esta época del año nos encerramos un poquito en nosotros mismos. Creamos nuestros propios espacios personales, envolviéndonos en bufandas, frazadas o sweaters gruesos mientras la noche cae más temprano y la temperatura baja. Les decimos un pequeño “Adiós” a nuestros asados, porque se vienen las sopas, las carnes al horno y los guisos con curry o chiles. Y con la comida para el alma en su retorno anual, los muffins, galletas y tartas que horneamos llenan el aire de aromas.

El otoño es una estación ajetreada para muchos de nosotros, con la vuelta al cole y las festividades de fin de año. Nos reunimos con la familia y amigos a tomar té o jugo de manzana junto al fuego. El otoño también es el momento para la reflexión, ya que damos gracias por todo lo que recibimos y expresamos nuestros buenos deseos para el futuro.